Sevilla Shemale Escort Review: Bia Spencer - Pasion con Bia Spencer.
Autor: Destro
Hoy, después de bastante tiempo dándole vueltas, por fin me he decidido a llamar a Bia.
Hacía ya más de un año desde mi última experiencia. Y claro, viendo las proporciones que se gasta la moza, y sabiendo lo activa que es, tenía un poco de respeto. Pues nada, así que esta mañana he decidido llamarla para quedar esta tarde.
A pesar de que le he llamado demasiado temprano (creo que eran las nueve de la mañana). Y la he pillado a la pobre durmiendo pues la noche anterior tuvo "jaleo". Ha sido muy amable al teléfono y ha estado un buen rato contándome lo que hacía, y preguntándome que iba a querer yo.
Así que después de hacerle mi particular petición, solo me quedaba esperar a que la mañana pasara lo más rápido posible en el trabajo. Aunque eso ha sido imposible, ya que he pasado gran parte del día nervioso pensando en la cita.
Ya cuando se ha hecho la hora, y me he plantado en la puerta de su casa. Toco al timbre y me abre la puerta vestida con una camisa de rejilla, un tanguita que apenas lograba esconder su gran sorpresa. Y unos pedazos de zapatos de tacón que la hacían más alta que yo, que mido 180 cm.
Después de charlar un rato, para quitarme los posibles nervios y relajar el ambiente. Nos hemos puesto manos a la obra. Ya sin ropa, me ha ordenado que me pusiera de rodillas en el suelo, y le lamiera todo el cuerpo.
Yo solo de ver ese pedazo de cuerpo que tiene, ya estaba a 1000. Y he empezado a lamer, primero los pezones, después he tirado hacia arriba para juntar nuestras bocas. Y ya directo a comerme ese pedazo de polla que aunque todavía no la tenía dura, ya dejaba adivinar el tamaño que iba a coger.
A petición suya, yo pasaba mi lengua desde su polla, hasta su culo. Centrándome un buen rato en su agujerito. Me tenía totalmente bajo su control, arrodillado en el suelo haciendo todo lo que ella me decía.
Cuando ha visto oportuno, ha sacado una especie de látigo para darme unos azotes en la espalda (pero sin dolor ni dejar marca). Mientras empezaba a preparar mi culo para lo que iba a venir enseguida.
Ha estado un ratito introduciéndome un juguetito de los que tiene ella. Hasta que cuando ha visto que yo ya estaba listo, se ha enfundado un condón, y me ha dicho que ahora venía lo bueno.
Yo reconozco, y así se lo he dicho a ella, que me daba un poco de miedo. Pues ya tenía la polla casi del todo dura y era enorme, sobre todo muy gorda. Por lo que yo estaba convencido que me iba a doler horrores.
Pero ella me ha dicho que tranquilo, que sabe lo que se hace y que me relajara que iba a disfrutar y no me iba a doler. La verdad es que al principio lo dudaba. Pues es lo que siempre me han dicho otras con las que he estado. Pero increíblemente, cuando me he dado cuenta tenía toda su polla metida en mi culo, y os juro que no me ha dolido nada.
Era alucinante, y ella poco a poco ha ido aumentando el ritmo. Hasta que sí que ha llegado un momento que he tenido que pedirle que la sacara, porque yo ya no podía mas.
Al final, después de un rato más de comerme su polla, me ha vuelto a ordenar que me arrodillara al suelo. Me ha puesto un collar en el cuello y me ha llevado al cuarto de baño.
Yo ya sabía lo que me esperaba en ese momento. Cuando me ha dicho que me metiera en la ducha y me quedara de rodillas a lo que he obedecido una vez más sin pensarlo.
Ella estaba de pie, enfrente de mí, dejándome chupar por última vez su polla hasta que de repente ha llegado mi recompensa.
Ese líquido dorado que ha soltado directamente en mi boca y yo no he dudado en tragarme. Ese sabor salado e intenso, junto con la excitación que ya llevaba, ha sido lo que necesitaba para permitirme llegar al orgasmo.
Después de eso, duchita, un buen rato charlando tranquilamente con ella, y cuando me he dado cuenta, había pasado más de 1 hora.
La travesti Bia Spencer, es una persona que puede pasar de seducirte de la forma más femenina y sensual. A dominarte de forma implacable (lo mío ha sido bastante light), para después convertirse en una agradable compañía y gran conversadora.
Bia Spencer, ya te lo he dicho antes, estás preciosa en las fotos. Pero al natural, es que estás todavía mejor si cabe.
Espero poder volver pronto contigo si mi economía y trabajo me lo permiten.
Un besazo muy grande para ti Bia.
Hoy, después de bastante tiempo dándole vueltas, por fin me he decidido a llamar a Bia.
Hacía ya más de un año desde mi última experiencia. Y claro, viendo las proporciones que se gasta la moza, y sabiendo lo activa que es, tenía un poco de respeto. Pues nada, así que esta mañana he decidido llamarla para quedar esta tarde.
A pesar de que le he llamado demasiado temprano (creo que eran las nueve de la mañana). Y la he pillado a la pobre durmiendo pues la noche anterior tuvo "jaleo". Ha sido muy amable al teléfono y ha estado un buen rato contándome lo que hacía, y preguntándome que iba a querer yo.
Así que después de hacerle mi particular petición, solo me quedaba esperar a que la mañana pasara lo más rápido posible en el trabajo. Aunque eso ha sido imposible, ya que he pasado gran parte del día nervioso pensando en la cita.
Ya cuando se ha hecho la hora, y me he plantado en la puerta de su casa. Toco al timbre y me abre la puerta vestida con una camisa de rejilla, un tanguita que apenas lograba esconder su gran sorpresa. Y unos pedazos de zapatos de tacón que la hacían más alta que yo, que mido 180 cm.
Después de charlar un rato, para quitarme los posibles nervios y relajar el ambiente. Nos hemos puesto manos a la obra. Ya sin ropa, me ha ordenado que me pusiera de rodillas en el suelo, y le lamiera todo el cuerpo.
Yo solo de ver ese pedazo de cuerpo que tiene, ya estaba a 1000. Y he empezado a lamer, primero los pezones, después he tirado hacia arriba para juntar nuestras bocas. Y ya directo a comerme ese pedazo de polla que aunque todavía no la tenía dura, ya dejaba adivinar el tamaño que iba a coger.
A petición suya, yo pasaba mi lengua desde su polla, hasta su culo. Centrándome un buen rato en su agujerito. Me tenía totalmente bajo su control, arrodillado en el suelo haciendo todo lo que ella me decía.
Cuando ha visto oportuno, ha sacado una especie de látigo para darme unos azotes en la espalda (pero sin dolor ni dejar marca). Mientras empezaba a preparar mi culo para lo que iba a venir enseguida.
Ha estado un ratito introduciéndome un juguetito de los que tiene ella. Hasta que cuando ha visto que yo ya estaba listo, se ha enfundado un condón, y me ha dicho que ahora venía lo bueno.
Yo reconozco, y así se lo he dicho a ella, que me daba un poco de miedo. Pues ya tenía la polla casi del todo dura y era enorme, sobre todo muy gorda. Por lo que yo estaba convencido que me iba a doler horrores.
Pero ella me ha dicho que tranquilo, que sabe lo que se hace y que me relajara que iba a disfrutar y no me iba a doler. La verdad es que al principio lo dudaba. Pues es lo que siempre me han dicho otras con las que he estado. Pero increíblemente, cuando me he dado cuenta tenía toda su polla metida en mi culo, y os juro que no me ha dolido nada.
Era alucinante, y ella poco a poco ha ido aumentando el ritmo. Hasta que sí que ha llegado un momento que he tenido que pedirle que la sacara, porque yo ya no podía mas.
Al final, después de un rato más de comerme su polla, me ha vuelto a ordenar que me arrodillara al suelo. Me ha puesto un collar en el cuello y me ha llevado al cuarto de baño.
Yo ya sabía lo que me esperaba en ese momento. Cuando me ha dicho que me metiera en la ducha y me quedara de rodillas a lo que he obedecido una vez más sin pensarlo.
Ella estaba de pie, enfrente de mí, dejándome chupar por última vez su polla hasta que de repente ha llegado mi recompensa.
Ese líquido dorado que ha soltado directamente en mi boca y yo no he dudado en tragarme. Ese sabor salado e intenso, junto con la excitación que ya llevaba, ha sido lo que necesitaba para permitirme llegar al orgasmo.
Después de eso, duchita, un buen rato charlando tranquilamente con ella, y cuando me he dado cuenta, había pasado más de 1 hora.
La travesti Bia Spencer, es una persona que puede pasar de seducirte de la forma más femenina y sensual. A dominarte de forma implacable (lo mío ha sido bastante light), para después convertirse en una agradable compañía y gran conversadora.
Bia Spencer, ya te lo he dicho antes, estás preciosa en las fotos. Pero al natural, es que estás todavía mejor si cabe.
Espero poder volver pronto contigo si mi economía y trabajo me lo permiten.
Un besazo muy grande para ti Bia.
Added on January 08, 2018 at 12:00 am